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Zelenski se reúne con Biden en la Casa Blanca y EEUU refuerza su ayuda

El viaje del presidente ucraniano a Estados Unidos, Volodímir Zelenski, sirvió para evidenciar el incremento de la cooperación entre Kiev y Washington a nivel militar y económico. Gracias a la ayuda que ha recibido del exterior, Ucrania ha conseguido cambiar el curso de la guerra, y Rusia se ha retirado unilateralmente de algunos de los lugares que había conquistado en la fase inicial de su agresión.

Para Kiev, es fundamental seguir contando con el apoyo de Occidente. En este contexto, se enmarca su primer desplazamiento fuera del país desde el inicio de la guerra, muy marcado por el secretismo. La información se difundió a cuentagotas, para no poner en peligro la seguridad de Zelenski, quien agradeció “de corazón” todo el apoyo recibido. Recordó además que la guerra que libra su país aún “no ha terminado”. “Señor presidente, gracias por su apoyo”, le dijo a Biden en presencia de los medios de comunicación al inicio de la reunión entre ambos en el Despacho Oval.

Zelenski tambiçen mantendrá entrevistas con la vicepresidenta del país, Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken, y otros altos cargos. Todos ellos han apoyado sin fisuras al Gobierno de Kiev.

Sin embargo, la agenda de Zelenski no se limitará únicamente a los dirigentes vinculados con el Partido Demócrata. Durante los últimos meses, en las filas republicanas, ha crecido el malestar hacia la apuesta de la Casa Blanca por reforzar su ayuda a Ucrania, a raíz de su elevado coste. Para disipar dudas, Zelenksi comparecerá en una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. De esta forma, se mostrará sin fisuras el “apoyo bipartidista hacia Ucrania”, en palabras de la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

El propio Zelenski señaló en sus redes sociales que su mayor objetivo es “fortalecer” las capacidades defensivas de Ucrania, y el Congreso ultima un paquete que asciende a 45.000 millones de dólares.

El apoyo va mucho más allá del financiero. El Gobierno estadounidense acaba de anunciar que enviará más material militar, entre los que destaca una de sus joyas, el sofisticado sistema de baterías antiaéreas Patriot. Contar con estos dispositivos era una petición que llevaba tiempo formulando Kiev, para contrarrestar la ola de ataques rusos mediante misiles y drones.

Patriot es mucho más eficaz que otros sistemas para reducir daños materiales y humanos, aunque su coste también es superior: un misil puede costar tres veces más, según detalló ayer la BBC. También requiere de un alto nivel de entrenamiento, lo que dispara su impacto económico. Alemania se ha ofrecido en formar a los soldados ucranianos en el manejo de esta tecnología, aunque la decisión final deben tomarla Estados Unidos y a Ucrania.

Según Moscú, la movilización de Patriot supone una “provocación” en toda regla, por lo que ayer se mostró muy tajante. “No” espera nada positivo del viaje de Zelenski a Washington, señaló el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Para Moscú, “continúan los suministros de armas” a Ucrania y eso “lleva al agravamiento del conflicto”, lo que “no augura nada bueno para Kiev”, destacó el Kremlin, en su habitual tono amenazante.

El último gesto de Putin

Más allá de estas declaraciones, lo que es cierto es que, en Moscú, hay un clima de nerviosismo creciente tras un otoño marcado por el repliegue de sus tropas y los avances del ejército ucraniano. El presidente ruso, Vladímir Putin, no pronunciará este año su discurso sobre el estado de la nación, a lo que está obligado por la Constitución. Peskov atribuyó el aplazamiento de la comparecencia a “una cuestión de tiempo”, ya que su agenda “está muy apretada”. En cualquier caso, Putin conseguirá evitar preguntas incómodas en un contexto social de creciente malestar contra él, informa Efe.

En cualquier caso, el final de la contienda parece muy lejano. Según la presidenta del Senado ruso, Valentina Matviyenko, la guerra no concluirá hasta que “las metas y los objetivos” que el país se marcó “sean alcanzados. Estas palabras llegaron en la jornada en la que se cumplieron 301 días desde el inicio de la autodenominada “operación militar especial”.

Tomado de Expansión

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