Daniel Noboa, el más joven de los candidatos presidenciales, descolocó el tablero electoral de Ecuador y se escurrió en la segunda vuelta del 15 de octubre, en la que se medirá con la postulante izquierdista Luisa González.
Noboa, de 35 años de edad, sorprendió en las elecciones anticipadas del domingo luego de transitar una campaña electoral en la que pasó casi desapercibido para sus contrincantes. Ninguno de ellos enfiló ataques en su contra y esa, tal vez, fue una de las ventajas que le catapultó a la siguiente fase. Tampoco las encuestas lo ubicaban por encima del quinto peldaño.
Con el 93% de los votos escrutados, Noboa alcanzaba el 23,66%, para ubicarse en el segundo lugar por detrás de González, del partido La Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa (2007-2017), que sumaba 33,31%.
Tras conocer los resultados en los comicios, tanto en la elección de los finalistas a la presidencia como en las consultas ambientales, la entidad consultora de riesgo, Eurasia Group, en su boletín semanal ubicó a Ecuador con una calificación negativa a corto y largo plazo.
También reseñó que la decisión de dejar bajo tierra el petróleo del bloque 43 en la Amazonía, que implica que dejen de fluir 1.200 millones de dólares a la caja fiscal, abona para una perspectiva complicada para el próximo gobierno debido a las “crecientes presiones fiscales y fuentes limitadas de financiamiento”.
Será misión del futuro gobierno, que saldrá del balotaje del 15 de octubre entre González y Noboa, desmantelar el campo petrolero y ajustar las cuentas con menos ingresos.
Para ambos, es la primera vez en participar en una contienda presidencial.
Noboa, que llegó en su propio helicóptero a sufragar y permanentemente usa chaleco antibalas, alcanzó lo que su padre, el empresario multimillonario Álvaro Noboa, no consiguió en sus cinco intentos por llegar a la presidencia en la nación andina.
Tomado de AP