Sin importar la cantidad de indocumentados haitianos que son repatriados diariamente por la Dirección General de Migración (DGM), las calles del Gran Santo Domingo y las provincias del país lucen llenas de ilegales que se mueven a toda hora a realizar sus actividades cotidianas.
Es evidente que un gran número de indocumentados haitianos son devueltos a Haití diariamente, por entrar a República Dominicana de manera ilegal, pero evidente que esta acción no está dando resultados positivos, ya que los barrios y calles del país siguen llenos de esos extranjeros.
Andando por cualquier vía, de cualquier barrio del Gran Santo Domingo o provincias del país se puede ver a muchos haitianos que circulan sin importar la hora o el lugar. En las provincias ver a estos extranjeros caminando rumbo a las plantaciones o conucos cargando azadas, machetes o picos y palas es habitual en horas de la mañana.
En la capital o en la provincia Santo Domingo hombres, mujeres y niños caminan de un lugar a otro, no solo haciendo negocios o trabajando, sino también como clientes de colmados, supermercados, plazas comerciales y lugares públicos.
Aunque es bueno también destacar que la presencia de indocumentados en la vida comercial dominicana ya está en todos los ámbitos, no son solo trabajadores de la construcción, de la agricultura o vendedores de todo tipo de productos, sino motoconchos, choferes de carros públicos, taxistas, deliverys, serenos, domésticas, cocineras, camareras, entre otros, además son muy solicitadas por los dueños de hoteles y pica pollos chinos.
La vuelta
Muchos de los repatriados ni siquiera llegan a sus hogares en Haití. Se quedan cerca de la frontera y esperaran el próximo viaje organizado para volver entrar a República Dominicana de forma ilegal por un pago acordado. Pero, además, para empeorar la situación junto con los que vuelven a entrar llegan otros nuevos indocumentados.
Aunque las autoridades lo nieguen, la entrada de haitianos de manera irregular a República Dominicana ha aumentado en los últimos años por distintos puntos fronterizos, ya que la inestabilidad política de Haití ha empeorado debido a la crisis económica y a la violencia en las calles, según un informante.
Es bueno que se entienda que el problema no es sacar a los haitianos que entran ilegalmente a territorio dominicano, sino más bien evitar que entren.
“Con anterioridad los traficantes de haitianos lo hacían por áreas montañosas de la cordillera Central y lugares poco habitados. Hombres, mujeres y niños caminaban por montes hasta llegar a la provincia de Santiago Rodríguez”, dijo un informante, quien pidió reserva de su nombre.
Además explicó, que debido al incremento de la vigilancia de parte del ejército en estas áreas, hoy en día ya no es así o se hace en menor proporción, ya que por un pago que va desde 10 hasta 15 mil pesos, los traficantes te dejan en el centro de la ciudad acordada.
“Las repatriaciones de indocumentados son el motor de una industria ilegal que mueve millones de pesos anualmente en el país, y que se queda en las manos de las bandas que organizan este negocio, militares de todos los niveles y autoridades locales fronterizas que se hacen de la vista gorda. Pero quizás lo que es peor es que eso lo saben las altas elites del Gobierno”, agregó el informante.
13 muertos
La información del 7 agosto pasado del accidente en donde murieron 13 haitianos indocumentados en el tramo carretero Peñuela-Navarrete alrededor de las 10:00 de la noche cuando el conductor de una yipeta perdió el control y cayó en el canal de riego en el tramo carretero de la comunidad Peñuela, se convirtió en viral de inmediato, pero además dejó en evidencia lo que todos saben. El contrabando humano sigue como si nada en toda la región.
Estadísticas
Un total de 171.000 deportaciones de migrantes haitianos fueron realizadas en el año 2022. En los primeros siete meses de este 2023 las devoluciones de estos ilegales ya iban por 137,829 haitianos entre enero y agosto, según cifras oficiales del Gobierno.
Tomado de El Nacional