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Alberto Fujimori, “héroe popular y dictador”

La muerte del expresidente Alberto Fujimori, que divide al Perú tanto como su vida, ocupó a la prensa en alemán esta semana.

“Alberto Fujimori fue un dictador, que dio un golpe de Estado contra el Parlamento y persiguió a terroristas y opositores al régimen con una represión brutal. Pero, como el expresidente de Perú liberó exitosamente a su país del terrorismo y la hiperinflación, y aseguró largos años de estabilidad económica, muchos peruanos aún lo reverencian hoy. El fujimorismo, como se llama a su movimiento político, sigue siendo una de las fuerzas políticas dominantes en el país”, constata la edición online del semanario alemán Der Spiegel.

La publicación resume el ascenso al poder de Fujimori, a inicios de la década de 1990, con el eslógan de “un presidente como tú” y la promesa de “honradez, tecnología y trabajo” con la que derrotó al escritor Mario Vargas Llosa. Su “terapia de choque” para la economía. Su “autogolpe”. La “guerra sucia” contra la guerrilla Sendero Luminoso, en la que “murieron 69.000 personas, incluidos miles de inocentes, muchos a manos de los militares”. Su exilio. Sus condenas por asesinato, secuestro, crímenes de lesa humanidad y corrupción. La cárcel. Su reciente indulto.

Y concluye: “Ningún otro país latinoamericano había analizado su pasado tan profundamente como Perú. El jefe de la guerrilla (Abimael) Guzmán, el jefe de inteligencia (Vladimiro) Montesinos y Fujimori fueron legalmente condenados y encarcelados, un gran logro para un país como Perú, con instituciones democráticas débiles y propensas a la corrupción. Pero cuanto más pasó el tiempo, más brilló la estrella de Fujimori. Se benefició del fracaso de sus sucesores: ningún presidente elegido democráticamente consiguió reformar económicamente el país de modo que los pobres también se beneficien. Hoy, Perú vuelve a hundirse en la corrupción y muchos añoran volver a tener un dictador como Fujimori”.

“Presidente, autócrata, criminal”

“Alberto Fujimori dividió a la sociedad peruana de un modo que perdura hasta hoy. Algunos lo elogian por salvar al Perú del terrorismo y del colapso económico. Lo admiran por desmantelar a los grupos guerrilleros Sendero Luminoso y MRTA durante su mandato, y por poner fin a la hiperinflación que heredó del Gobierno anterior”, coincide el Tageszeitung (TAZ). “Para otros, era ante todo un autócrata, un dictador que cometió graves violaciones de derechos humanos. No lo llorarán; a lo sumo, lamentarán que haya muerto en libertad”, contrasta.

“Durante su mandato, más de 350.000 mujeres, en su mayoría indígenas, y 25.000 hombres fueron esterilizados por la fuerza. Fujimori lo justificó como una herramienta para la planificación familiar y el alivio de la pobreza”, recuerda el diario berlinés, mencionando crímenes por los que el exmandatario peruano nunca llegó a ser condenado. “Si realmente se habría presentado a las elecciones presidenciales de 2026, como anunció en julio, quedará ya para siempre sin respuesta”.

Entre “mártir” y “héroe caído”

“Para algunos era el salvador del Perú, para otros era un autócrata despiadado y obsesionado por el poder. Hasta su más avanzada edad, Alberto Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses, dividió a los peruanos en dos bandos irreconciliables. La mayoría de sus partidarios permanecieron incondicionalmente leales, incluso después de que se volvió insostenible como presidente y huyó precipitadamente al exilio en Japón. Más tarde, cuando el héroe caído fue condenado a largas penas y encarcelado por abuso de poder y violaciones de derechos humanos, alcanzó el estatus de mártir”, publica el Neue Zürcher Zeitung (NZZ).

“De la popularidad intacta de su padre se benefició también la hija de Fujimori, Keiko”, añade el NZZ, apuntando a la heredera directa del legado fujimorista. “Ella también estuvo a punto de ser elegida para la presidencia. Entretanto, los fiscales la investigan por sospecha de corrupción. Estaría involucrada en el caso de soborno en torno a la constructora Odebrecht”.

Sin arrepentimiento

“Fujimori nunca mostró ningún remordimiento”, subraya el Süddeutsche Zeitung (SZ), al recordar sus declaraciones ante la justicia peruana, en las que nunca reconoció las acusaciones en su contra ni pidió perdón a las víctimas.

De cara al futuro del Perú, el rotativo de Múnich prevé: “Incluso después de su muerte, la mayoría de los peruanos están seguros de que Alberto Fujimori seguirá influyendo en la política del país. Se dice que su hija Keiko quiere presentarse a la presidencia en las próximas elecciones”.

Tomado de ers

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