Uno de los nombres que resalta entre los 41 acusados que aparecen en el caso Medusa es el del merenguero Sergio Vargas. El documento acusatorio alega que el artista, ocupaba bienes que eran incautados por la Dirección de Custodia y Administración de Bienes Incautados de la Procuraduría General de la República, entre ellos un local comercial y un apartamento en la ciudad capital.
Según lo expresado por el cantante al periódico local LISTÍN DIARIO por cuatro años ha mantenido un acuerdo con la Procuraduría, ofreciendo conciertos en los recintos carcelarios en todo el país, fundamentalmente aquellos en los que se encuentran recluidos los menores de edad.
A cambio de sus servicios, Vargas aceptó la asignación de un bien inmueble en calidad de custodia: el Apartamento B-5, de 215.2 Metros, Piso Cinco, ubicado en la Torre Hariannet X, en la Avenida Caonabo, Distrito Nacional.
“Para estos conciertos, la Procuraduría solo da el permiso y la autorización en cuál recinto se va a realizar, y yo lo pongo todo. Si tuvieran que pagar tendría que pagar 500 mil pesos por cada presentación”, alegó.
Hasta el momento, dentro del marco del acuerdo, el merenguero solo ha ofrecido cinco conciertos antes de la pandemia y uno después de la pandemia del covid-19, lo que equivale a un costo de tres millones de pesos.
“Estas presentaciones a los privados de libertad, no solo las realizo en el país, también he cantado en las cárceles de Panamá y Colombia. Me he propuesto hacer estas actividades como una especie de ofrenda que me asigné en la vida”, aseguró el artista, aclaró además que renovó el contrato con la actual administración de la Procuraduría.
Fuente Listín Diario