El impacto ocurrió cerca de Keaton Beach, en el Big Bend, lo que convierte al fenómeno meteorológico en el más fuerte en la región en los últimos 125 años.
Idalia es el tercer huracán que embate el sureño estado de Florida en los últimos 12 meses, tras el devastador Ian en septiembre de 2022 y un mes después, en octubre, el Nicole.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias reposicionó recursos para responder a las afectaciones de este evento, que desde ayer ya dejaba sentir sus efectos en el área.
Alrededor de 116 mil clientes de Florida están a oscuras, de acuerdo con el sitio poweroutage.us y los reportes indican que las mayores interrumpciones del servicio eléctrico ocurrieron en el Big Bend.
Las autoridades implementaron evacuaciones de nivel A, que incluyen quienes se encuentran en casas móviles y vehículos recreativos.
«En caso de duda, evacúen ahora; en caso de duda, muévanse ahora», dijo la víspera el jefe de Gestión de Emergencias, Steve Litschauer al insistir que «tienen una ventana de oportunidad muy corta».
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, explicó que unos 25 mil linieros fueron movilizados para responder a los cortes de energía después del paso del huracán, que podría provocar fuertes marejadas.
Entre 1963 y 2012, las marejadas ciclónicas fueron responsables de casi la mitad de todas las muertes directamente relacionadas con los ciclones tropicales, reseñó la cadena CNN.
Idalia provocó múltiples afectaciones en territorios del occidente de Cuba. En la provincia de Pinar del Río hubo daños en el sistema eléctrico, precipitaciones intensas, penetraciones del mar, caída de árboles y más de ocho mil evacuados.
Tomado de PL